miércoles, 22 de junio de 2011

Carretera o Road Movie de Marco Antonio de la Parra

Esta obra fue extraída de la siguiente página web: http://www.celcit.org.ar/


Y hace parte de mi trabajo de grado, para obtener el título de Licenciado en Arte Teatral, del Instituto Departamental de Bellas Artes de Santiago de Cali.

El tema de investigación es: "LA IMPROVISACIÓN COMO HERRAMIENTA DRAMATÚRGICA DEL ACTOR PARA LA CREACIÓN DE LOS PERSONAJES "SUSO" Y "MARILYN" DE LA OBRA "CARRETERA" DE MARCO ANTONIO DE LA PARRA"


NOTA: próximamente realizaré más entradas publicando, cómo ha sido el proceso de investigación y puesta en escena de dicho texto.


CARRETERA

ROAD MOVIE

Marco Antonio de la Parra

COMEDIA A TODA VELOCIDAD

EL, JESUS o SUSO, y ELLA, MARIA DEL MAR o MAR o MARILYN. ELLA es casi igual a Marilyn Monroe. EL pudo haber sido James Dean o su imitación tercermundista. Horteras de mucho cuidado. Líricos sin embargo. Cutres pero con la aureola sobre la cabeza. Crueles al mismo tiempo que inocentes.

Quizás jamás debe haber un automóvil en escena, ni de juguete. La pantalla con el plano infinito de las huellas pintadas sobre el pavimento. La agotadora reiteración del cine americano.

SAMUEL puede estar. O ser un bulto. O no estar.

Si llueve en escena debe ser una catástrofe, o no.

El horizonte, Arizona, Atacama, el Sahara o Albacete.

Los cuerpos casi no se mueven. Pero dentro de ellos todo se agita.

Habla escénica antes que imagen ilustrativa. Banda sonora.

El pie puesto en el acelerador. Sabio manejo del cambio de marchas.

Olvidarse de Tarantino.

Dedicada, con todo cariño, a Benjamín Galemiri.

ACTO UNICO PERO MÚLTIPLE

Ruido seco, violento.

Chirriante frenazo de un coche sobre el pavimento de la carretera.

Olor a sudor, a sexos húmedos, a miedo.

Noche de los fugitivos. Sin piedad. Vidrios empañados.

MARILYN: ¿Sentiste eso?

JESÚS o JAMES DEAN: ¿Qué?

M: El golpe. Hubo un golpe.

J: Un animal. Debe haber sido un animal.

M: Frena, por favor, frena.

J: Llueve a cántaros, Mar.

M: Dios mío

J: Es Samuel.

M: Tiene la cara destrozada.

J: Mar, mi Marilyn, estamos metidos en un lío, tenemos cien millones en el maletero, nos detienen en cualquier momento. Qué importa un mendigo más, un mendigo menos.

M: No es un mendigo, es Samuel.

J: Tiene la cara hecha bolsa. ¿Alguien lo podría reconocer? Es un viejo, un viejo que cruza la carretera en medio de la tormenta. Déjalo tirado en el arcén y vámonos. Tía, que estoy hasta las narices de tus caprichos. ¿De dónde sacaste que es Samuel?

M: Lo reconocí por la polla.

J: ¿Reconoces a los tíos por la polla?

M: ¿Tú no reconoces los coños?

J: Jamás miro un coño.

M: ¿Ni cuando te lo comes?

J: No, ojalá ni los oliese.

M: Las mujeres vemos con el coño. Yo siempre miro las pollas. Son todas distintas. Como una huella digital.

J: Eso no me importa. Es una polla muerta. ¡Cuidado! Déjalo ya...

M: ¿Nos vio? ¿Tú crees que nos vio?

J: No, no nos vio. Vio el coche nuestro detenido. Vacío. Debe haber pensado en una pareja follando entre los árboles. O un borracho meando sobre la tierra.

M: Quizás nos estaba siguiendo.

J: ¡Mar!

M: Quizás lo sabe todo...

J: ¿Puedes dejar de hablar tonterías...?

M: Es un testigo.

J: ¿Qué quieres decir?

M: Si encuentran su cuerpo acá, habrá alguien que podrá decir: yo vi un coche a esa altura de la carretera.

J: Si te das prisa para entonces estaremos en Maracaibo.

M: ¿Abandonarlo acá?

J: Es un muerto, tiene la cara rota.

M: Lo atropellamos, Suso. Nosotros lo atropellamos.

J: ¿Y qué? ¿Ahora con escrúpulos? ¿Es Samuel? Mejor, todo se lo hicimos a él. No hay más víctimas. Ya no nos sigue. Era tu marido. Tu padre. Tu padre y tu marido. Tu padrastro y tu marido. Nunca lo entendí. Y él se enredó con los cubanos. El se trajo la maleta. Tú me viste. Yo te vi. Yo buscaba un lugar donde ganar algo para volver a la ciudad. Mesero, limpiar, un par de carteras ajenas que llevarme a casa. Tú me dijiste que sabías algo que yo no podía imaginarme.

M: ¡Está vivo!

J: Estás loca. Saltó treinta metros el cuerpo en el aire. Parecía un cerdo volando. Un cerdo de traje gris. ¿Ni siquiera veo sus zapatos?

M: Está vivo, está vivo.

J: Ya se encargarán de él los médicos. Hay ambulancias, tía, hay servicios de emergencia. Hay cirujanos. Vamos al coche. A lo mejor le hacen de nuevo la cara y queda algo menos bestia tu padre, tu abuelo, tu marido, la bestia esa.

M: Es un testigo. Nos ve, nos ha visto...

J: Hay que huir. Hay que huir, Marilyn. Los testigos hay que dejarlos atrás. Toda la vida hay que huir ¿Cuándo lo vas a entender, zorra? O huyes o te atrapan. ¿Te queda claro?

M: ¡El está vivo! Vendrán, lo curarán, lo harán hablar. Dirá, fueron Suso y Mar, Marilyn & Jesus, lo dirá y nos seguirán esos polis con sus espadas de fuego. Suso, deja de pasearte como un enajenado.

J: Busco con qué rematarlo.

M: ¡No podemos dejarlo aquí! ¿Estás loco? Es dónde primero buscarán.

J: Estará muerto, tiene la cara hecha un piltrafo.

M: Hay dentaduras, pollas, trajes, cicatrices. Siempre los reconocen. Los muertos al final siempre te dicen ¿qué hago aquí? ¿quién fue el último que vi? ¿Cómo me llamó? ¿Era de los míos?

J: Yo te voy a dar una leche, viejo infernal.

M: ¡No, con la pala no!

J: No tengo armas, Mar. ¿Trajiste tú una pistola? No tengo ni una maldita navaja. Ni un cuchillo de caza. Debimos haberle robado al viejo sus escopetas. Nunca hice nada bien. Siempre tuve mala suerte. ¿Lo podemos conversar en el coche? Estoy empapado.

M: Llevémoslo al coche.

J: Yo no viajaré con un muerto.

M: Ayúdame. Más tardaré sola.

J: Marilyn, querías huir de él. Querías que cogiéramos la pasta y nos largáramos. Querías follar conmigo y estar lejos en la playa del Caribe. Cambiar de nombre, subirte el culo y las tetas, ser eternos.

M: ¡Ayúdame, imbécil!

J: No me trates de imbécil, puta.

M: ¡No soy una puta!

J: Eres una rubia tonta, tienes aserrín en la cabeza y ni un solo gramo de inteligencia bajo ese pelo teñido...

M: Tú eres el subnormal, tío. ¿No piensas? ¿Crees que no lo siguen al viejo? ¿Crees que este dinero no está en las cuentas de los políticos, la guardia civil, los fiscales? El viejo no era lo importante, es una pista. Lo encontrarán porque quieren encontrarlo y nosotros seremos la pista.

J: ¡Déjalo en el pantano!

M: No, además está vivo.

J: Lo matamos.

M: Lo mataremos cien kilómetros adelante o más. Lejos, donde no esperen encontrarlo, donde no lo estén buscando.

J: Nos va a llenar el coche de sangre.

M: Al maletero.

J: Viene un coche. Al suelo, Mar.

M: Tranquilo, me ven a mí y no lo ven a él.

J: Es un testigo, loca.

M: Testigo equivocado. Vio una rubia guapa en la carretera. Puede ser ella. No es Samuel.

J: Samuel vivía con una rubia guapa. Se llamaba María, le decían Mar o Marilyn. El pelo teñido, peinado con glamour. Vino un joven del interior. Apareció un día en el bareto de los camioneros. Se quedaba bebiendo con el viejo hasta cerrar. Meses y meses.

M: Jesús, no olvides su nombre.

J: Suso, le decían. Solo, no se sabía nada de él. Muy guapo, muy guapo para ser del campo. Un manitas, lleno de músculos, dijeron que Samuel se lo llevaba a la cama.

M: ¡Ayúdame con el viejo!

J: No cabe en el maletero.

M: Mierda...

J: No te pongas a llorar. Estás hecha una pena. Por favor.

M: No cabe en el maletero.

J: ¿Eras tú la que quería un deportivo? ¿Para pasar desapercibida? Si pongo la maleta en el asiento de atrás hacemos sitio.

M: No, el dinero no. Lo ven y lo roban. Paramos en la gasolinera y la tenemos cruda. Pon a Samuel en el asiento de atrás.

J: ¿Un muerto?

M: Nadie lo mirará. Todos los viejos se parecen. Unos tienen la cara más destrozada que otros. Ponle su sombrero. Tiene el ala ancha. Así, ayúdame, como si estuviera durmiendo. Así lo vigilamos.

J: Dijo algo.

M: ¿Quién?

J: El viejo.

M: No lo oí.

J: Algo como: están perdidos.

M: Viejo de mierda.

Abofetea a Samuel.

J: Marilyn, no lo tomes así.

M: Siempre me dice lo mismo. ¡Quién te crees, viejo de mierda! ¿Crees que puedes entrar en mi coño cuando quieres? ¿Crees que basta con que me tapes la boca para no grite y llame a mamá? ¿Crees que me puedes hacer la esclava de tu polla, viejo maloliente?

Pausa.

M: Siempre quise matarlo. ¿No tienes fuego?

J: Es ridículo fumar bajo la lluvia.

M: Entremos al coche. No enciendas el motor todavía. Deja que limpien el cristal los limpiaparabrisas. Déjame fumar un cigarrillo.

J: Marilyn, nos están siguiendo.

M: Creen que estamos huyendo. Eso está a nuestro favor.

J: ¿De qué hablas?

M: Que tenemos que cambiar de coche lo antes posible. Que saben que conduzco a mucha velocidad y me están buscando. Lo otro sería pintarlo. Conozco un sitio hacia el oeste. Unos tíos que roban coches y pasan la frontera. Era tan bonito mi deportivo, tan bonito. Hijos de puta, todo me lo hizo más complicado. ¿Estoy joven todavía? ¿Sí o no? ¿Soy buena en la cama? ¿Sí o no? Yo tenía una gran carrera por delante. Y este imbécil, este imbécil, cuando se murió mi madre, cuando se murió mi madre, el mismo día que se murió mi madre, me llevó a su cama. Y me dijo, ahora tú serás la dueña de todo.

J: ¿A dónde vamos?

M: Tú conduces. Yo solamente quiero alejarme de este pueblo.

J: Casi no se ve con la tormenta.

M: No vayas tan rápido. No debemos despertar sospechas. No entres a esas gasolineras llenas de luz. Hay una más adelante. En ese sitio tuve un amor. Nos escondíamos en el lavabo. Follamos cantidad.

J: ¿Has follado mucho?

M: Mucho. ¿Y tú?

J: No lo sé.

M: ¿Cómo? ¿No te has enterado?

J: No sé cuánto llamas mucho. Antes creía que sí. Tuve otras chicas. Cuando te conocí a ti dije: parece que no hubiera follado nunca.

M: Lo dices para halagarme.

J: Lo digo en serio.

M: Lo dices porque sabes que eso me pone cachonda.

J: Hombre, a mí también me pone cachondo.

M: ¿Te la pone dura?

J: Como un tizón.

M: ¿Podrías seguir conduciendo si te la chupo?

J: Hombre, no lo sé.

M: ¿Podrías correrte en mi boca mientras conduces?

J: Joder, tía, me lo pones difícil. Mujer, llevamos la pasta atrás y el muerto.

M: Las niñas buenas no hablan con la boca llena.

J: Hija de puta. Eres un animal. Siento que el viejo nos mira. ¿Estás segura que está vivo? ¿Nos oirá? ¿Podrá ver como te sacas las tetas del sujetador y te la metes en la boca? ¿Podrá verte, guarra, mojarme la polla y sacarme de quicio? ¿Me puedes ver, cabrón, cómo te quito la chica? ¿La has visto cómo me la he follado en cuatro patas hasta hacerla gritar? A que te gustaba oírnos, guarro, te la meneabas mientras la clavaba hasta los pelos ¡cabroncete!

M: Para...

J: No pares, Mar...

M: Dijo algo...

J: ¡Está muerto!

M: No, nos mira.

J: ¿Qué haces?

Golpes en la carne.

M: Lo mato, viejo infeliz, me hizo desgraciada toda la vida. Me convirtió en puta, una puta de carretera, una rubia de agua oxigenada, una muñeca de plástico, toma, toma, toma...

J: ¡Lo vas a matar!

M: ¡Sigue vivo! ¿Es que acaso nunca me voy a sentir en paz? ¿Nunca? ¿Va a estar siempre dando vueltas alrededor mío rengueando con su tos de cavernas y murciélagos?

J: Has dejado el tapiz imposible. Marilyn, así no entramos a ninguna gasolinera...

M: ¿Por qué no muere, Suso? ¿Por qué no muere nunca? Yo era una niña buena. Primero mi padre, después él. Mi madre, la muy puta, deja uno para meterse con otro peor...

J: ¿Te puedes calmar, Marrilyn?

M: ¿No tengo una mejor oportunidad en esta vida? ¿No tengo nada más que un viejo a medio morir y un idiota, el guaperas, que no sabe ni follarme?

J: ¿De quién hablas?

M: Jamás me he corrido contigo, Suso.

J: Pero si gritabas...

M: Fingía. Necesitaba ayuda. Tú me podías ayudar. Nunca nadie me ha ayudado. ¿Dónde escondiste los cigarrillos?

J: ¿No te corrías conmigo?

M: ¡Necesito un cigarrillo!

J: No te corrías conmigo. Y por ti me he cargado al viejo y tengo a todos esos sudacas a la espalda y le han puesto precio a mi cabeza.

M: Son cien millones. Setenta para mí y treinta para ti.

J: ¿De qué hablas?

M: Te han follado como nunca en tu vida. La idea fue mía. Yo lo sabía todo. Tú estabas más solo que la una. ¿Qué creías que te iba a dar el futuro? ¿Una gasolinera? Tienes sólo la facha del torero. ¿Cuándo te durarían las dependientas del almacén como novias? ¿Pondrías un garaje? Tienes un cuerpo bonito, tío, estás buenorro pero aquí eres el segundo de la fila.

J: Sesenta y cuarenta.

M: ¿Lo dices de verdad?

J: De verdad.

M: ¿No me vas a abofetear por puta o por traidora?

J: Es una pérdida de tiempo.

M: Qué decepcionante.

J:¿Te gusta que te peguen?

M: A veces me ayuda, me pone, me excita. ¿No es cierto, Samuel?

Lo miran

J: ¿Tú sabes que el viejo me quería?

M: ¿A ti?

J: Se lo hacía en el granero.

M: ¿Te pagaba?

J: No, nunca le cobré.

M: ¿Nunca?

J: Era como un padre para mí. El me llevó a casa. No te lo dijo pero me conoció en un internado en mi pueblo. Me fugué con él. Al principio lo acompañaba. Una vez lloró conmigo y me dijo que se sentía solo, que estaba cansado de vivir huyendo, que hubiera querido tener un hijo como yo. Me habló de ti. Me dijo que eras lo que más quería en el mundo.

M: Hijo de puta.

J: ¿Yo? ¿El?

M: ¿Quieres que llore? ¿Quieres que le tenga piedad?

J: ¿No estábamos peor? ¿No era más duro el vacío sin nadie? Dime la verdad, cuando entró a tu cuarto no sentiste también que alguien se haría cargo de ti hasta que fueras mayor, alguna vez...

M: ¿De eso te hablaba?

J: Yo ya maté antes. Yo ya he robado antes. Yo sabía que terminaría todo así. El lo sabía.

M: El no es Dios, gilipollas.

J: ¿Y si lo es? ¿Por qué crees que no se muere nunca?

M: No me digas ahora que estamos paseando a Dios por el infierno. Sólo le debo putadas.

J: ¿Y antes qué?

M: ¡Mi madre estaba viva! ¡Mi madre tenía miedo! ¡Mi madre se equivocó!

J: ¿Dónde vas? ¿Estás loca? La carretera está llena de coches...

M: ¡Quédate con todo! ¡No quiero ni tu muerto ni tu dinero ni tu polla ni tu culo! ¡Marica! ¡Hijo de puta! ¡Estoy sola!

J: ¡Marilyn! ¡Ven aquí! Pueden matarte.

M: Suéltame...

J: Te amo, estúpida, estoy loco por ti...

M: No me amas, no me amas, sólo quieres que te la chupe en el volante... Nadie ama a nadie en esta carretera, nadie ama a nadie...

J: ¡Samuel te amaba! ¡Yo te amo!

M: ¡No me amaba!

J: Yo se lo oí decir de sus propios labios. Lo lloró en mi pecho, como un niño... Lloró...

M: No lo puedo creer, no lo puedo creer...

J: Vuelve al coche, Mar...

M: Suso, Suso, abrázame, Suso, no me dejes nunca sola, Suso... Nunca...

J: Te lo prometo... No te dejaré nunca sola... Nunca...

M: Cincuenta y cincuenta, mi amor...

J: Sesenta y cuarenta, eso es lo justo, Marilyn...

M: Puede ser, en realidad, quizás yo haya hecho más cosas que tú....

J: Podemos quedar en cincuenta y cinco y cuarenta y cinco...

M: Sí, puede ser... ¡Suso!

J: ¿Qué?

M: Se ha salido del coche, se arrastra como una cucaracha... Tiene una pistola... Se le ha salido un ojo... ¡Es horrible, Suso!

J: Deja eso, Sam, no es lo que tú te imaginas... No es lo que tú estás pensando... Deja el arma... Te puedes hacer daño....

M: Sam, te queremos... Siempre te hemos querido...

J: Ya tengo el arma... ¿Siempre la tuvo?

M: Está agonizando...

J: Yo nunca he disparado una de estas... Yo he matado a cuchillo... Está muy cerca... Siempre maté desconocidos... Me está mirando con su ojo único...

M: Yo tampoco podría...

J: Es como el ojo de Dios...

M: Es el ojo de Dios...

J: Yo no puedo...

M: ¿Dónde la tiraste?

J: Quédate con el dinero... Me voy...

M: ¿Estás loco? Yo no puedo conducir mi propio auto... Me reconocerán de inmediato... Acompáñame donde mis amigos... Por lo menos... Un diez por ciento...

J: Nos está mirando el muerto...

M: Suso, no me dejes ahora....

J: Samuel, yo no quería matarte...

M: Súbelo...

J: Está débil, apenas respira...

M: Hay un motel más adelante...

J: Conduce tú, yo necesito llorar...

M: Eres un marica...

J: También necesito llorar, ¿sabes? Esto también me afecta... ¡Cuidado! Casi nos mata ese camión... ¿Lo viste?

M: Claro que lo vi....

J: Vas muy rápido... Marilyn, contrólate...

M: Estoy empapada, no quiero coger una pulmonía... ¿tengo que pensarlo todo sola?

J: Está vivo... ¿Me oyes, Samuel? Nadie quiso hacerte daño... Es el deseo, la lujuria, la codicia... ¿Te acuerdas, Samuel? Me lo decías siempre, nos pierde la codicia, la ambición, deberíamos ser buenos, modestos, generosos... y somos unos hijos de puta....

M: Cállate, Suso, que se me corre el rimmel...

J: ¿Cuánto falta para el motel?

M: Un par de kilómetros... Enderézalo, métele el ojo en su cuenca, límpialo un poco por lo menos... El encargado no mira mucho...

J: ¿En este motel también has follado?

M: En casi todas sus habitaciones...

J: Ah...

M: Hasta con el encargado...

J: Ah, te conoce...

M: Un poco, fue necesario. Necesitaba que no dijera nada...

J:¿Te pedirá follar ahora?

M: Ya veremos...

J: Está abierto...

M: Está libre esa cabaña...

J: ¿Dónde está el negro?

M: ¿Cuál negro?

J: Me imaginé que era negro...

M: ¿Quién?

J: El encargado...

M: Era magrebí...

J: Ah, algo así pensé...

M: Bajemos a Samuel...

J: Pesa cada vez más...

M: Siempre son así los muertos, pesan cada minuto más...

J: ¿Está muerto o no está muerto?

M: La maleta...

J: Esta sí que pesa.

M: Abrázame, Suso...

J: No sé...

M: ¿Qué te pasa?

J: Ver a Samuel babeando sobre la cama... Me impresiona...

M: Nosotros dormiremos en la otra... Yo necesito sacarme esta ropa mojada... La secamos sobre la calefacción... ¿La maleta está completa?

Suena la ducha.

J: Bien, todo en su sitio...

M: ¿Por qué no te metes en la ducha conmigo?

J: No...

M: Tonto, te hará bien...

J: No...

M: Vamos, desnúdate y ven... ¿Viste? Dame un beso...

J: ¿Es verdad que nunca te has corrido conmigo?

M: ¿Me crees todo lo que digo? ¿Crees también que soy rubia?

J: ¿Marilyn?

M: ¿Sí?

J: ¿La tienen grande los negros?

M: ¿Qué tratas de decirme?

J: Si el encargado u otro negro que hayas follado... si la tienen más grande...

M: ¿Más grande que quién?

J: Que yo, que los blancos...

M: ¿Y eso a quién le importa?

J: Tú dijiste que tienen un ojo en el coño... Las mujeres... que tienen un ojo en el coño...

M: Sí, pero eso no quiere decir que queramos siempre una polla más grande... Es divertido pero no es lo esencial...

J: ¿Y qué es lo esencial?

M: ¿Siempre haces tantas preguntas?

J: ¿Qué es lo esencial? Tenemos un muerto o un casi muerto en el cuarto, tenemos cien millones y no sé por qué...

M: ¿No sabes por qué?

J: No, no sé por qué...

M: Porque el muerto era el dueño de los cien millones...

J: Ah...

M: Y de la rubia...

J: ¿Tú?

M: Sí, supongo que yo era parte del trato...

J: ¿Te gusta pasearte en bolas? ¿Para qué abres las persianas?

M: Para ver. Para que me vean. La familia. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo... ¿Me alcanzas un cigarrillo? Después de una ducha me siento tan libre... No nos capturarán... Lo sé, me lo dice la ducha... Me siento muy bien... Y gracias, Jesús, sin ti nada habría sido posible... ¿No quieres uno? Cincuenta y cincuenta... Te lo has ganado... ¿No quieres follar un poco?

J: Yo no sé qué es lo esencial.

M: Ponerse a salvo, eso es lo esencial. ¿No quieres follar? Dúchate de nuevo. Te vendrán ganas...

J: ¿Qué haces?

M: Veo si respira.

J:¿Y?

M: Respira, poco pero respira...

J: ¿Nos oirá?

M: Es probable... Yo creo que está en coma...

J: ¿En coma?

M: Como los puntos de interrogación, está en coma, en pausa, en stand by... detenido en el tiempo...

J: ¿Recuperará el conocimiento?

M: No lo sé.

J: Los párpados son como persianas.

M: Hola, Samuel.

J: Debe estar allá al fondo de su pupila...

M: Una, le queda una. Mejor ciérrala.

J: Hay un negro entre los autos...

M: Cierra las persianas. Es él.

J: ¿El negro?

M: Mohab. Dame la toalla. Métete debajo de la cama. Debajo de la cama. Hazme caso y métete debajo de la cama.

J: ¿Qué haces?

M: Cállate.

J: Estás abrazando al muerto.

M: Cállate.

Ella simula follar. ¿O no simula?

M: Samuel, Samuel, sí, sí, sí, así, así... sí, ahora, ay, sí, sí.... Siempre viene. Mira, le encanta mirar. Ay, mi Dios, ay, Santísima Virgen...

J: ¿Qué pasa? ¿Lo has desnudado? ¿Se le ha empinado?

M: Sí, y he tenido un orgasmo impresionante. Me ha follado casi muerto. Mejor que nunca.

J: La tiene enorme.

M: No está consciente. Lo estrangulé un poco, es todo. Hasta se corrió dentro mío...

J: La tiene más grande que yo...

M: Hombre, pero si tú tienes que haberla conocido en carne viva.

J: Pero nunca así, o sea, yo se lo hacía más a él y no lo veía cuando me lo hacía... La tiene muy grande, muy grande...

M: Me ha puesto, cómo me ha puesto... Qué bruto... ¿Qué miras? Ven, abrázame...

J: Estás recién follada... Y por un muerto...

M: Ven, no me dejes sola...

J: No puedo, me da asco...

M: Todos los hombres son iguales...

J: ¿Esto tú lo haces por dinero?

M: ¿Por qué otras cosa podría hacerlo?

J: Por placer, por amor, por venganza, por despecho...

M: ¿Estudiaste en un colegio del Estado? ¿Te hacían leer el Siglo de Oro? ¿Tu orfanato era de curas? ¿Te follaron de pequeño?

J: No puedo estar con un muerto.

M: ¡No está muerto!

J: Pues lo estará...

M: ¿Te has vuelto loco?

Paliza letal.

J: Ya está muerto...

M: Pobre Samuel, mi Samuel...

J: A ver si te quedas quieta, polla de mierda...

M: Has dejado todo lleno de sangre...

J: A la ducha con él...

M: ¿A la ducha? Acabo de bañarme...

J: Todos a la ducha...

Suena la ducha.

M: Dios, es horrible, Suso, no lo soporto...

J: Esto lo soporto mejor que verte corriéndote sobre su polla...

M: Es un asco... No lo aguanto...

J: Ya está, desnudo y bañado...

M: El baño está hecho un asco... Samuel... Yo no sé si quería matarlo...

J: Ahora sí que está bien muerto... Me cansé, ¿me entiendes, zorra? Me cansé... Que si está muerto, que si está vivo. Detesto la piedad, la conmiseración, el pobre huerfanito, la pobre cieguita, a la mierda, les doy por el culo a todos los piadosos... Samuel tuvo piedad de mí... Por el culo le di... Tú tuviste piedad de mí, por el culo también...

M: Eres un perro...

J: Vámonos, Marilyn, hay poco hasta la frontera...

M: Está todo lleno de policías, estás loco...

J: Nos vamos en otro coche. Escoje el que quieras... O donde tus amigos... Les regalamos el descapotable... Que nos den el que tengan... Mueve el culo, cabeza hueca...

M: ¿Vamos a dejar a Samuel aquí? ¿Solo?

J: Está muerto, está muerto...

M: Lo van a descubrir...

J: Vístete o nos vamos en bolas... Está muerto... Lo encontrarán mañana, por el olor a podrido... No quiero verlo nunca más... nunca más...

M: Samuel, yo te quería, te quería...

J: Este auto arranca, sube, Marilyn...

M: Estoy desnuda...

J: Te compro lo que quieras en cuanto crucemos la frontera... Corre, corre...

M: Algo se me enterró en un pie...

J: Sube y vamos...

El ruido trepidante de los neumáticos sobre el pavimento.

M: ¿El dinero?

J: Atrás...

M: A mí me gustaba ese vestido... Los zapatos también... ¿Y Samuel? ¿Lo mataste de verdad? No vaya a ser cosa que se haya quedado sufriendo ahí en la ducha... Por lo menos follamos antes de separarnos. Quizás el me quería de verdad, quizás él siempre me quiso más que nadie. Yo no fui una buena mujer para él. Era muy joven para él. El no debió fijarse en mí. No debió entrar a mi cuarto. Yo los escuchaba follar, con mamá, siempre, y eso me ponía... Me hacía unas pajas, unas pajas... Yo creo que una noche escuchó como gemía al correrme, yo, era muy ruidosa, muy ruidosa, y se le metió en la cabeza la idea. Follarnos a las dos. A mi madre y a mí. No es raro, ¿sabes? Hay muchos hombres que lo piensan. Y mujeres también. Hay casos históricos. ¿No has querido hacerlo de a tres?

J: Yo quiero cruzar la frontera.

M: Conduces como un desesperado. Yo follé como una desesperada. Supongo que era el sentimiento de culpa. Cuando murió mi madre me alegré. Samuel también se alegró. Follábamos cuando nos avisaron del hospital que había muerto. Se ha muerto, le dije yo, mamá ha muerto y él me penetró con toda su fuerza. Pero a partir de eso ya no fuimos más igual de felices. Comenzaron los problemas. El no me atraía. Me gustaban otros hombres, otras mujeres también. El se lió con los traficantes. Caballos, armas, drogas, medicamentos, comida, todo. Lo que diera más dinero. Siempre tuvo olfato para los negocios. Hasta que apareciste tú.

J: ¿Te puedes callar?

M: ¿Qué?

J: Que si acaso te puedes callar.

M: Alguien nos sigue...

J: Joder...

M: Baja la velocidad...

J: Putas, este coche no tiene gasolina...

M: ¿Cómo?

J: Casi no tiene gasolina... ¿Dónde viven tus amigos?

M: No sé, no sé ni siquiera dónde estamos. Quizás nos hemos pasado.... Sí, nos hemos pasado, era un cruce anterior...

J: ¿Puedes estar más atenta a lo que estamos haciendo, zorra?

Sonido de las ruedas sobre el pavimento girando en sentido contrario.

M: Viene un coche.

J: Disimula, bestia...

M: ¿No es mi descapotable?

J: ¿Qué importancia tiene?

M: Era mi descapotable... Seguro que era mi descapotable...

J: ¡Mira hacia delante y dime donde tengo que virar!

M: Es que... nos está siguiendo...

J: ¡Dónde hay que virar!

M: A ver... En la próxima parada de bus... a la izquierda, no a la derecha....

J: ¿A la derecha o a la izquierda?

M: ¡A la derecha! ¡No me dejas pensar, imbécil!

Ruedas. Viraje.

J: No se ve un carajo. ¡No me toques el retrovisor! ¡Por favor!

M: Nos ha perdido. Siguió de largo...

J: ¿Cuánto es hacia dentro?

M: 30 kilómetros... Algo así...

J: No sé si lleguemos, Mar... el camino es de tierra... No tenemos gasolina...

M: Reza, mi amor, reza... ¿Quién me robó el descapotable?

J: ¿Qué importa eso ahora?

M: ¿Cómo que no importa? Significa que han encontrado a Samuel... Demasiado pronto, Suso, antes de lo previsto... Alguien... Es un testigo...

J: ¿Cómo?

M: Mohab quizás, escuchó todo, no le pagamos la habitación... Estos moros huelen la sangre... Nos ha seguido... Se ha quedado con el descapotable...

J: Ojalá se lo quede para siempre... Lo seguirá a él la bofia...

M: ¿Y? ¿Cuando lo atrapen? Hablará...

J: Estaremos del otro lado de la frontera... Con más dinero que un dueño de banco...

M: Tengo miedo, Suso, tengo miedo... Desde que murió Samuel me siento desnuda, aislada, sola...

Crujido.

J: Hostia.

M: ¿Qué pasó?

J: Se acabó la gasolina.

M: ¿Cómo?

J: ¡Se acabó la gasolina! ¡A ver si te enteras, tía! Estamos perdidos, sin ni una puta gota de gasolina, en medio de no sé dónde. ¿Lo captaste? ¿El chiste?

M: No...

J: Tenemos cien millones pero aquí no valen nada... porque no tenemos gasolina...

M: Y yo estoy desnuda...

J: Pero para ti, yo me largo...

M: Suso, ¿qué haces? ¡Suso!

J: Me voy, ya hice lo mío Tú encontrarás una polla en cualquier parte. Al que matarán es a mí. Yo soy el ladrón. Pues venga, me llevo el dinero y adiós...

M: ¡Canalla!

J: Canalla tu abuela... Yo quería a Samuel, como se quiere a un dios privado... Te conocí a ti y te quise... y me trajiste acá... Que tus amigos te salven cuando salga el sol... Yo le perdí todo... A Samuel... a ti... No puedo seguir contigo, tía ¿me sigues? Estás podrida, eres el pecado, la mancha...

M: ¡Lo robamos juntos!

J: ¿Cincuenta y cincuenta? ¡cien para mí y cero para ti!

M: ¡Socorro!

J: ¡No grites, zorra!

Grito desgarrado, entre histérico, poseso y devoto.

M: ¡Dios mío!

J: Acabamos de liquidarlo, está en el baño del motel, te follaste a Dios, puta loca, delante de mí... Te voy a dejar bien atada... diles que te violé, que te robé, que soy un hijo de puta, que es literalmente cierto... Con este dinero quizás consiga acostarme con mi madre...

Tiros. Reflectores de un coche.

J: ¡Hostia! ¿Son tus amigos? ¿Quién viene? Casi me dan... Que te frían, zorra... Ah, me dieron...el hombro... La pierna... Marilyn... diles que no me maten... Sácate esa mordaza y diles que no me maten... Siempre todo me sale mal... Ay... ¡El dinero está en la maleta! Ah... ¡No! ¡Marilyn! ¡Yo te quería, Marilyn!

VOZ EN OFF (ORSON WELLES o SAMUEL ): Nunca muero. Nunca, Mar...

Tiros sobre Mar. ELLA, la bella rubia falsa, muere. Reflectores de un coche. Ruido de ruedas sobre el camino de tierra. Una mano ensangrentada recogió la maleta y la abrió. Llueven papeles en blanco. El coche maniobra y abandona los cuerpos sobre el piso. Amanece. Un círculo de buitres en el cielo.

Gijón, España-Santiago, Chile, 2000